La Chapelle d'Aurinques una joya histórica
Construida en 1616 por deseo de los cónsules tras la liberación de la ciudad en 1581 durante las Guerras de Religión, esta capilla es un testimonio fascinante de la historia local y del fervor religioso de antaño. La leyenda cuenta que, durante un ataque protestante, la Virgen en persona se apareció en las murallas, inspirando la construcción de este edificio en su honor, en el mismo lugar donde se apareció.
Constantin de Combes, encargado de la construcción, reutilizó los restos de la torre de Seyrac para el campanario, combinando historia y arquitectura en un conjunto único.
Ampliada en el siglo XIX, la capilla revela varios tesoros:
- tres pinturas votivas de 1701 del pintor Fabry (que representan la batalla de 1581, la aparición de la Virgen y la procesión de acción de gracias);
- el altar mayor, formado por un dintel de chimenea de piedra volcánica procedente de la Casa Consular, con 4 escudos (de la familia Cambefort, de la ciudad, de la abadía de Saint-Géraud y de la iglesia parroquial de Aurillac);
- una estatua de la Virgen María del siglo XIV sobre el altar;
- una vidriera de 1622 sobre la puerta que representa a la Virgen María y al Niño Jesús.
