
Los burones du cantal
Los burons, cuyo nombre procede de la palabra occitana «boria» que significa «granja», aparecieron entre los siglos XVI y XVII. Estas construcciones eran el centro de la trashumancia: cada verano, los rebaños de vacas de Salers subían a los pastos de verano para disfrutar de los exuberantes pastos.
Los burons servían de vivienda a los buronniers y de centros de producción de productos lácteos, en particular del famoso queso de Cantal.
Típicamente construidos en piedra volcánica y cubiertos de lauzes, estos edificios estaban diseñados para resistir las duras condiciones climáticas de la montaña y encarnaron el corazón de la economía pastoril hasta el siglo XX.
Con la industrialización de la producción lechera y las nuevas normas sanitarias, su uso tradicional decayó, lo que condujo al abandono de muchos burons en los años sesenta.
